Los Cojines del Zaque: una visión arqueológica de las prácticas religiosas muiscas
Los Cojines del Zaque son un importante sitio arqueológico ubicado en la ciudad de Tunja, Boyacá. Este sitio, originalmente conocido como Hunza, fue un centro neurálgico de la Confederación Muisca durante el precolombino Los Cojines del Zaque son emblemáticos del fervor religioso que caracterizó a la civilización Muisca, particularmente su veneración al dios Sol Sué y a su consorte, la diosa Luna Chía. A su llegada, los Español Los conquistadores llamaron a estas piedras sagradas Cojines del Diablo, lo que refleja su propia interpretación de las prácticas religiosas indígenas.
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Antecedentes
Antes de la conquista española, el pueblo Muisca prosperó en el Altiplano Cundiboyacense, una región de Colombia AndesEsta civilización avanzada se distinguió por sus intrincadas creencias y rituales religiosos, que se centraban predominantemente en Sué y Chía. El gobierno de los territorios del norte de la Confederación Muisca estaba dividido entre varios gobernantes, entre ellos el iraca de Sugamuxi, el tundama de Tundama y el zaque, que residía en Hunza.
Descripción
Los Cojines del Zaque están compuestos por dos rocas circulares de arenisca situadas en la base del cerro San Lázaro en Tunja. Las dimensiones de estas piedras son notables: el Cojín más al norte mide aproximadamente 1.1 metros (3.6 pies) de diámetro y la piedra del sur mide alrededor de 1 metro (3.3 pies). Estas piedras están estratégicamente orientadas con relación a la elíptica solar, presentando una sección inclinada en el lado occidental y una superficie plana en el lado oriental. Esta orientación y diseño facilitó los rezos diarios del zaque a Sué al amanecer.
El interés arqueológico por los Cojines del Zaque se remonta a 1847, y en 1928 la ciudad de Tunja designó oficialmente las piedras como sitio arqueológico.
Rituales y Festividades
Los rituales diarios y estacionales que se realizaban en los Cojines del Zaque eran parte integral de muisca Vida religiosa. Cada mañana, el zaque encabezaba una procesión desde su gran bohío en Hunza hasta los Cojines para realizar oraciones. Estos rituales no se limitaban a las observancias diarias, sino que también eran parte integral de la calendario agrícola, particularmente durante los meses de siembra y cosecha, que corresponden a marzo y septiembre en el calendario gregoriano.
Para asegurar la fertilidad de sus tierras, los muiscas realizaban elaboradas festividades en torno a los Cojines del Zaque. Estas celebraciones incluían bailes grupales, cantos y la ejecución de instrumentos tradicionales como flautas, ocarinas y tambores. El consumo de chicha, una bebida alcohólica típica de los muiscas, también era un elemento común de estos rituales.
Un aspecto más sombrío de los rituales celebrados en los Cojines del Zaque involucraba sacrificio humano. Los niños, normalmente de doce años y capturados de otros grupos indígenas, eran sacrificados a los dioses. El ritual consistía en decapitar a los niños sobre los Cojines, permitiendo que su sangre consagrara las piedras. Los cuerpos fueron dejados como ofrendas a Sué y fueron recuperados después de varios días.
Los Cojines del Zaque ofrecen una visión profunda de las prácticas religiosas y la cosmovisión del pueblo muisca. Estas piedras sagradas no solo sirvieron como un espacio físico para el culto y los rituales, sino también como un símbolo de la profunda conexión de los muiscas con sus deidades y el mundo natural. A través del estudio de estos sitios arqueológicos, obtenemos una comprensión más profunda de las complejas sociedades que existieron en el América antes del contacto europeo.
Fuentes:
Neural Pathways es un colectivo de expertos e investigadores experimentados con una profunda pasión por desentrañar los enigmas de la historia y los artefactos antiguos. Con una gran experiencia combinada que abarca décadas, Neural Pathways se ha establecido como una voz líder en el ámbito de la exploración e interpretación arqueológica.